Comentario de Yeshid Serrudo del Centro Vicente Cañas - CBBA

En esta primera parte quiero resaltar aspectos puntuales de la investigación misma .

En principio me parece acertada la utilización del grupo de control para medir o comparar objetivamente los aspectos que intervienen en la investigación. También es acertado trabajar con los archivos y estadísticas de las Defensorías y de cierta forma revisar la pertinencia de las políticas públicas y su incidencia en este fenómeno.

Por otro lado el contexto geográfico en el que se desarrolla la investigación (distritos I y II) invita a profundizar la complementación del estudio en otras zonas de Cochabamba donde también se vive las consecuencias de la emigración.

Es importante rescatar la importancia de los aportes de la investigación pero también lo es la visión con la que se presentan los resultados, tomando en cuenta que, en la práctica, la emigración en muy pocas ocasiones ha significado un factor de resiliencia.

En este contexto el estudio revela que no siempre el dejar a l@s hij@s con un familiares garantía de que ést@s estarán bien, por el contrario se detecta la cosificación de la que son objeto.

Esto cuestiona el papel de la familia extensa frente a la emigración, si bien esta presenta posibilidades de construir vínculos favorables se dan casos en los que pueden representar un mayor número de potenciales agresores quienes tiene el poder que les otorga su rol de “cuidadores”

No creo necesario profundizar en el maltrato y violencia psicológica, física y sexual de la que l@s hij@s que se quedan son objeto, ya que la virtud de esta investigación es abordar directamente estos detalles, por esto hay que reconocer el esfuerzo por documentar hechos que, si bien son cotidianos, a veces pasan desapercibidos para nosotros, ya sea por el escaso seguimiento que se le da a los casos o porque se nos ha hecho costumbre escuchar casos de niñ@s maltratad@s, golpead@s, violad@s como parte del marketing que disponen medios de comunicación, quienes para aumentar su audiencia no dudan en utilizar la intimidad y el dolor ajeno.

Como segunda parte me gustaría explicar, brevemente, el trabajo que desarrolla el Centro Vicente Cañas (CVC) y cómo este estudio junto al de “No llores prenda, pronto volveré” aportan en la teorización de lo que a diario experimentamos.

El CVC apoya a los más vulnerables, trabajamos con personas, familias y organizaciones de la zona sur. Nuestro trabajo incluye el esfuerzo para que el duelo de la separación se aminore. El eslabón en el que trabajamos es el de aminorar el impacto de la pérdida de capital social del que se va, apoyamos a que el migrante cuente con una acogida, en España, por parte de una comunidad, una red social conformada por compatriotas, paisanos, vecinos que intentar ser un soporte económico, social y hasta afectivo para el recién llegado.

Estamos concientes de que todo inicio es doloroso pero podría minimizarse con la seguridad de una futura mejoría en la calidad de vida de l@s que se quedan, mejoría que no solo tome en cuenta el consumismo, sobre todo si los que parten tienen todos los papeles en regla, aún ellos no pueden tener esta seguridad.

Es posible, rescatando las estrategias planteadas en este documento, tenemos los medios para velar que los derechos de las familias de los migrantes no sean vulnerados, lo que es posible gracias a un proceso de construcción de redes sociales que, de la misma manera que con los que se van, acoja a las familias que se quedan.

Por último nos alineamos al resto de las estrategias aquí planteadas, y desafiamos a las personas, instituciones y organizaciones cívicas y sociales a responder ¿Cómo incidir en las políticas públicas para lograr su mayor implicancia en un hecho social con consecuencias físicas, psicológicas, legales y penales que se pueden evitar?